encuentro el azul del cielo.
Solo por ti sin urgencia
confío en la verdad de un beso.
Solo por ti en toda calle
un verde horizonte siento
y solo por ti sin lucha
mi religión atrás dejo.
Tú que eres agua bendita
para mis torpes lamentos.
Tú, el campo y el trigo, si estuvieses
y yo feliz aire fresco.
Mas te fuiste y aquí herida
él, tu nombre deletreo
que suenas a fuerza,
bandera de mi velero.
Tu lágrima sabe dulce
y tu mano en mi recuerdo,
que al fin clamo cantando
a tu corazón sosiego.
(Tú y por ti, yo, aquí.
A mi madre, mi corazón completo)
© Isabel G.
Jiménez: Inédito, 26 de Noviembre de 2013.
Foto de J: S. Del Viejo.
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