22 marzo 2014

• Lupe García Araya •







 



Amanece mágicamente,
la claridad me revela el secreto
de figuras ocultas en la noche,
expansivas, largas, firmes
como esencias de frutas.
Mis pupilas derivan líneas
que acunan sueños desconocidos,
azules, profundos,
tal vez plomizos.
En esta escondida noche
pondría en orden tus papeles
adscritos como partículas de polvo
a la ironía del tiempo pasado.
Pero mis manos se ahuecan
ante miles de palabras no nacidas y nocturnas,
acostadas en la angustia de inventos ya inventados.
Amanece, olor de naranjos desnudos y tardíos
que saben de nuestra piel y vergüenza,
de miedos a perder lo establecido
y los signos que responden a
impulsos multiformes.

Del libro : Abrazos de náfrago.

Colección: Poesía en la distancia.

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