01 enero 2015

Ana García Briones. Copyright ©








He visto rostros
con alma de pájaro,
que levantan el vuelo
como aves migratorias.

Son furtivos del silencio,
que entre el aire y las hojas
buscan nido.

Caminan por sendas oscuras,
y se acercan a fuentes

que manen agua.

Libres,
en extrañas circunstancias,
en su soledad ligera
y en su sosiego dulce.
Tendidos junto a ríos,
mares y pantanos,
ahogan tempestades.

Navegan por corrientes estrechas,
estremeciendo las tardes,
con versos,
alumbrando las sombras
para alcanzar la luz.

Traficantes de sueños ,
contaminados de madrugadas
y desvelos,
perdidos en las realidades más hondas
de la desolación .

He visto sus miradas,
están perdidas,
su sed es la palabra.
Es el trágico ocio
del poeta.

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