Otoño,
se
decepcionan las cosechas
y
la pasión se amaina
y
se doblega.
Un
derrumbe de hojas y de cuerpos
inevitablemente
inevitable.
Atrás
quedó la sangre que danzaba
en
primavera,
el
renacer gozoso
en
nueva vida.
El
verano acabó
perdido
en sus ardores.
y
el frío de la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario