Oigo caer las hojas
poco a poco, lentamente,
profundo, como el aire fresco
que penetra en mi.
Respiro profundo...,
y escucho el tibio rumor
del viento.
Ahora tocan las campanas.
Recuesto mi cuerpo cansado
sobre el tronco enroscado
del ciruelo.
Respiro profundo...,
y miro al infinito.
Otra hoja cae.
El silencio se hace el dueño
de la noche.
Respiro profundo...,
y me dejo llevar.
Respiro profundo...,
y siento.
y escucho el tibio rumor
del viento.
Ahora tocan las campanas.
Recuesto mi cuerpo cansado
sobre el tronco enroscado
del ciruelo.

y miro al infinito.
Otra hoja cae.
El silencio se hace el dueño
de la noche.
Respiro profundo...,
y me dejo llevar.
Respiro profundo...,
y siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario