23 diciembre 2015

Juana Ríos



Tengo los pies fríos,
huérfanos de tus manos.
Hay tarta de chocolate en la nevera,
por si celebramos juntos tu regreso.
Las tardes naranjas y cortas
se rinden a las noches y tú no estás.
Sé que viven tus ojos
en un océano
lejano y oscuro
donde sueñan tus sueños.
Hay un hueco en mi colchón
con la ausencia de tu cuerpo,
y en mi almohada duerme tu voz,
repite mi nombre cada noche,
una y otra vez,
para espantar al olvido.
Recuerda:
la lluvia en mis ventanas
canta siempre canciones
que suenan como el mar.



(Octubre, "Aduanas de agua" de Huerga y Fierro)

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