22 marzo 2016

Iván Rojo




Mi abuelo era músico
Le llevó 12 días con sus noches morir
La última
los estudiantes del piso de al lado
daban una de sus fiestas

y voces
y risotadas y reguetón a todo trapo
justo al otro lado del cabecero de la cama
El tabique vibraba
Mi pobre abuelo vibraba
allí tumbado hasta arriba calmantes

Mi cerebro hervía y sí, vibraba
Tenía ganas de derribar la pared
y lanzarlos a todos a patadas
por la ventana

Y puede que lo hubiera hecho
si el viejo
una de las veces que volvió en sí
no hubiera dicho

Música, qué bien, música y risas
Luego se desvaneció por última vez
Sonreía

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