31 agosto 2016

Teresa Torres



Voy descalza entre los árboles
el tiempo exacto de la lujuria.

Tengo la sonrisa cubierta de música
con las escalas de tu lengua.

Huelo a la palabra deseo
y en cada avance de tu cuerpo
me arqueo...
para que puedas oler el milagro.

Hoy me incendia el asombro,
no sé de la tregua,
ni de la calma,
sí del vapor de la selva y...
no quiero que esto acabe.

Voy a cerrar los ojos,
inspirar toda la expansión
de tu latido
y llenar mis pulmones
de posibilidades.





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