27 julio 2017

Nicolás Corraliza




SÍNTOMAS


No tiene prisa la herida.
Se conoce en toda su extensión,

en todo su asco.
Sabe amoldarse a la felicidad
del sueño y del mareo.
Se vuelve pequeña entre la gente.

Mañana,
será inmensa sin tu piel.



1 comentario:

Nicolás Corraliza dijo...

Muchas gracias.