MI LIBERTAD
No supe de mi libertad
hasta que la perdí,
hasta que di con tus huesos toscos
en tierra
que firme no fue...
Todo se tambaleó en mis costumbres:
mi vaso deseó ser tus labios
mi cama, tu abanico,
mi historia, tu "Padrenuestro"...
Crecí creyendo
que mis alas elevarían la densidad
de tus pensamientos
-álgidos destellos
que venían de vuelta
en la geografía de mis versos-...
Y crecí a fuerza de soltarte,
de conocer tus comas,
tu ideosincrasia que asfixiaba
con vanidades elegantes...
Y crecí sabiéndote;
como respirarte sin miedo...
Así comencé de nuevo
a surcar los vientos
a los que pertenezco.
Supe de mi libertad
cuando poco a poco
dejé de creerte incienso.
Imagen Óscar París.
que mis alas elevarían la densidad
de tus pensamientos
-álgidos destellos
que venían de vuelta
en la geografía de mis versos-...
Y crecí a fuerza de soltarte,
de conocer tus comas,
tu ideosincrasia que asfixiaba
con vanidades elegantes...
Y crecí sabiéndote;
como respirarte sin miedo...
Así comencé de nuevo
a surcar los vientos
a los que pertenezco.
Supe de mi libertad
cuando poco a poco
dejé de creerte incienso.
Imagen Óscar París.
1 comentario:
Ay Zaida, con lo que yo valoro ahora la libertad, que en otros tiempos no tuve. Cuántas mujeres se verán reflejadas en este poema, me ha encantado. Vas describiendo, muy sutilmente, momentos reales. Te felicito.
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