Esparce mis cenizas frente al mar de
mi casa
a esa hora en que el recuerdo puede
ser
la gaviota sobrevolando frágil.
Aurelio González Ovies
Dejarme
llevar por el soplo de las mareas
y escribir tu
nombre
en la cresta
de la luna.
Saborear la
música que me envías
en los
pentagramas de sal
que dejaste vacíos
antes de tu
marcha.
Todos morimos
un trozo de lo que somos
cuando las
miradas ya no vuelven
a encontrarse,
Y los besos son como amaneceres
en los
acantilados de nuestras vidas.
2 comentarios:
Que bonito, Javier. Preciosas metáforas.
Gracias Inés,me alegra que te guste.
Publicar un comentario