30 noviembre 2018
Alfonsina Storni
Tú me quieres blanca
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada .
Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
28 noviembre 2018
DALAI LAMA
Se llama calma y me costó muchas tormentas.
Se llama calma y cuando desaparece…. salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.
Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.
Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.
Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.
Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.
Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…
27 noviembre 2018
Carmen Ariza
He sentido enredarse
tu deseo en la orilla de mi vientre
esparcido y vencido
al olor de tu mar,
y húmedas las sabanas
anudan mis tobillos a tu cintura
que mecen la marea
de olas con sabor a deseo y sal,
entreabiertos los labios
esperando tu hambre y tu sed
de beber y comer de mi sexo y mis pechos
los océanos infinitos del placer que juntos inventamos
para renacer...
humedeces cada rincón del desierto
de esta playa deshabitada
sin límites, ni fronteras
ancho
como ancho es el mar de todo aquello
que al amanecer soñamos...
penetra por cada orificio de esta playa desierta
que sin ti vive muerta,
y desata tu furia desde dentro hacia fuera
como las olas furiosas
que contra la rocas se estrellan,
renuévame las ganas y la vida..
adéntrate infinito, sacudiéndome, inundándome
cubriéndome,
hasta ahogarme con furia
en el delirio animal de tus besos
nuestro mar, la risa y el goce de ser uno
en la suma de dos almas gozosas de amar
y
pompas de espuma blanca
se derraman
mientras
yo,
me pongo de nuevo
a temblar.
Ilustracion Seguio Martinez Cifuentes
Beatriz Alicia García
AUTORRETRATO EN TONOS GRISES
A veces hablo sola,
es decir, conmigo misma.
Los solitarios
tenemos esas mañas,
esos hábitos raros.
A veces, también, grito,
porque no me oyen,
o no me oigo.
Suelo encerrarme
a repetir femeninos rituales
ancestrales
-limpiar la casa, ponerme bella-.
no soy bruja, pero parece
que doy miedo,
soy diestra con la escoba y los cacharos,
sí.
También soy diestra
en decir verdades
en los momentos más inoportunos,
y en perder objetos y personas.
Ya no río mucho, ni lloro
tampoco, en exceso.
Cada vez soy más dada
a la soledad
y a defender mis convicciones
y desvaríos.
(¡Qué broma!).
Finalmente,
no saldré viva de esta historia,
no volveré a tener 20 años,
no volveré a vivir
cada minuto que pasa,
nunca más.
Entonces, ¿para qué complacer a extraños?
Mi efímera belleza aún me conmueve,
mis tontos deseos de amar
y ser amada.
Extraído de su blog: BITÁCORA PARA LUGARES REENCONTRADOS
26 noviembre 2018
Lu Sesma
La mañana llegó atropellada,
abrupta, fría y añil.
Apagué el motor del coche,
bajé y me dispuse a recibirla
con la mirada serena.
Me saludó con un abrazo
de escarcha que me despertó
el alma y la piel.
Caminé tranquila por el camino blanco
de tierra y sal.
La cara al viento,
los pensamientos volaron con él
y repasé minuciosamente
las tareas por hacer
en este día de otoño.
Como todas las mañanas
entré por la puerta del trabajo
y cerré con cuidado la cajita
de sensaciones de mi corazón
Otro día más ha comenzado...
de escarcha que me despertó
el alma y la piel.
Caminé tranquila por el camino blanco
de tierra y sal.
La cara al viento,
los pensamientos volaron con él
y repasé minuciosamente
las tareas por hacer
en este día de otoño.
Como todas las mañanas
entré por la puerta del trabajo
y cerré con cuidado la cajita
de sensaciones de mi corazón
Otro día más ha comenzado...
Laura Gutiérrez Cortés( r.d.a)
Las adelfas, ya no se reflejaban en las lunas,
ni mantenían el equilibrio como el loco trapecista en su cuerda floja.
Aquellos besos ingenuos
de jazmines vírgenes y flores
de canela, no tenían gloria ni retorno;
tal vez siquiera un leve recuerdo.
En las perlas de aquel invierno,
el calor de aquellas sonrisas
consagradas en un pacto de sangre amapola, libres y congeladas en el tiempo.
Hoy en las vides de tus labios,
el fruto fermentando dulzura y pasión.
En el vino, la consagración eterna de nuestros suspiros, más allá del verso.
el calor de aquellas sonrisas
consagradas en un pacto de sangre amapola, libres y congeladas en el tiempo.
Hoy en las vides de tus labios,
el fruto fermentando dulzura y pasión.
En el vino, la consagración eterna de nuestros suspiros, más allá del verso.
Marcos Ana.
Mi cariño y respeto hacia un hombre bueno.
Decidme como es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire
recítame un horizonte
sin cerraduray sin llave
como la choza de un pobre
decidme como es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo
Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o solo queda esta fosa?
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa
22 años, ya olvido
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque,
digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,
no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.
Decidme como es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire
recítame un horizonte
sin cerraduray sin llave
como la choza de un pobre
decidme como es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo
Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o solo queda esta fosa?
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa
22 años, ya olvido
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque,
digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,
no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.
25 noviembre 2018
23 noviembre 2018
Octavio Paz
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
22 noviembre 2018
Begoña Abad
Sólo media hora entre una llegada
y una despedida.
No es mucho tiempo,
no vale la pena, dije.
Media hora para algunas mariposas
es media vida, contestó,
así que te espero.
El amor a veces es así de delicado.
José Agustín Goytisolo
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
21 noviembre 2018
Ana García Briones
Algún día,
los que no creen
en la poesía
buscaran alimento
para sus sueños,
necesitarán un sol
y el verde intenso
de la hierba
que riza la primavera.
¡Mira ese pobre caminante
con el alma afligida
y la sangre derramada
por las espinas del camino!
No te rindas poeta,
graba el instante
de un abrazo cristalino
en el corazón de los hombres,
una ilusión mayor
que el mar y el cielo.
Algún día,
los que no creen
en la poesía
necesitarán del alma
que entregó el poeta
para aliviar
sus sufrimientos.
De: Anida en mi ser
Ramón Llanes
SI ALGUNA VEZ TE ACERCAS (II)
Tráeme tu milonga pegada en la voz,
le hacemos el hueco en nuestra transparencia
y nos sentamos,
si alguna vez te acercas.
El patio canta cada vez que alguien presumido
asoma, pone el árbol su sombra de estío,
suena la campana del zaguán
y se alegran inquietas las flores del alféizar;
es un honor cálido que te acerques,
que traigas tu olor y tus impulsos,
que te desmayes de complicidad,
que sueñes con nosotros,
es el placer que esperábamos
desde antes del tiempo amargo.
Y calienta tus pasiones de siempre
por si alguna vez te acercas.
Ramón Llanes, otoño
Isabel Garrido
A unos pasos de la frontera
donde anidan los pájaros
y vuelan libres,
y somos noviembre
y otra vez los mismos miedos.
Volver de nuevo
y vapulear sobre la duda,
asentar el rechazo
y caer en agua
y verte en esos ojos perdidos.
Sacudir la palabra
y no tomar medidas
sobre un verso al aire,
echar raíz en el poema
sin pensar
en efectos secundarios.
20 noviembre 2018
Pedro Javier Martín Pedrós
En recuerdo a todos los seres que han perdido su vida intentando llegar a tierra
Mis lágrimas poéticas
sienten frío
en este atardecer
inédito
cubierto de espacios
incoloros.
Siento como los ojos
de náufragos del olvido
me regalan miradas
antes de acariciar la
tierra que nunca besarán.
El mar permanece testigo
abrigando despedidas
llenas de silencios
y milagros inexistentes.
de Violines sin música.
Juana Ríos
MUERDE, PERRO
Ya está puesta la mesa de septiembre,
en el jardín, como a ti te gusta,
bajo la parra.
Con las motas amarillas del sol
palpitando sobre el mantel de hilo.
Con las canciones que se escapan, jugando,
del salón aquel donde tú y yo bailábamos.
Está escanciado el vino oscuro
de la risa y los besos
en el cristal limpio del deseo.
Servido tu plato favorito,
la carne roja del corazón,
el mío,
en la porcelana blanca.
(Aduanas de agua, HUERGA y FIERRO EDITORES)
Foto: autor desconocido
Eduardo Galeano
«El sistema divorcia la emoción y el pensamiento como divorcia el sexo y el amor, la vida íntima y la vida pública, el pasado y el presente.
Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedar dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces.
El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseña a repetir la historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la célebre profecía. Pero en nosotros es peor: las tragedias se repiten como tragedias».
‘El libro de los abrazos’ (1989)
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