
Prologo de Adolfo Morales:

Sin lastre en las bodegas, y con proa a ningún paisaje conocido, “Poesía en la Distancia” tiene su continuidad en este segundo libro. Los partícipes del proyecto con un bagaje bien distinto entre si, en la creación literaria, reconsideran el universo sugerido, en un ejercicio y método, en el que uno de ellos, propone una primera estrofa y el otro, reconstruye, recrea, adorna, aligera, imagina o navega sobre la misma, en un juego de inspiración insinuada, que vive momentos de una sugestiva creatividad compartida, algo como bien refleja su título, un sin duda Viaje inesperado.
Este modo de componer, libera la inspiración encerrada en los hábitos del mundo personal de cada uno de ellos, obliga a que los arrebatos inspiradores se sirvan del pié de trabajo dado por otro poeta, fundiendo ambas conjeturas en un exclusivo paseo esencialmente poético.
Percibirá con agrado el lector, la mezcla de sensaciones que provocará la lectura de estos versos participados, pues se hace obvia la dispar procedencia de sus autores, así se combinan los aires estivales de Argentina o Chile, con los más otoñales de España al mismo tiempo y viceversa, tan solo separados por estaciones, millas, latitudes y longitudes geográficas.
Pero esta metodología precisa de una especial atención y de los desvelos necesarios para llegar en tiempo a la escala soñada. Los encargados de tan alta tarea, son sus precursores, Lupe y Pedro Javier, por un lado, bien situados en el plano, redirigen el verso sugerido al poeta elegido, en un juego donde se trata de encajar alternancias posibles de musas comunes, por otro el trabajo organizativo, sin olvidar el aspecto que sobrevuela, anida, da calor y anima la inspiración de los otros autores. Esta coordinación bien merece un “diario de abordo”, y así bautizó Pedro Javier al cuaderno de seguimiento de todos estos aspectos y que bien merecerá contemplarlo cuándo el tiempo se adueñe de los años venideros, con el sabor que produce las cosechas reposadas.
La segunda parte de este VIAJE INESPERADO, se arraiga sobre la creación transparente de cada autor, su estilo, giros, objetivos y duendes, deambulan en las esquinas más subjetivas y singulares de cada uno de ellos. La inspiración en nombre propio acerca al lector a la mirada más intima, más secreta, más vulnerable.
Esta experiencia poética se inscribe en el deseo de convertirla en Colección, configurando con éste, el segundo título de la misma, tratando de avivar las mezclas, las tendencias, los guiños poéticos, en definitiva componer mediante versos insinuadores que despiertan la emoción entre sus cómplices solidarios. Bien podría valer la imagen de la mujer que presintiéndolo ofrece sus labios para recibir el beso deseado.
Como dijo Picasso “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”, éste libro es el mejor ejemplo de tal afirmación.
Sin más, ya os dejo navegar sobre estos versos con viento a favor, mar agradecida y costas impensables.
Adolfo Morales.
1 comentario:
Mi agradecimiento a Lupe y Pedro Javier por el hermoso regalo que nos han brindado y a Adolfo por este prólogo que jerarquiza aún más nuestro libro. Un beso a todos. Magda
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