10 enero 2010

Carilda Oliver Labra,

VERSOS PARA ANA

Yo no tengo tu modo de mirar a la niebla
ni tu ademán dispuesto en flor sobre la falda:
a mí me duelen todas las mariposas muertas
y los atardeceres con familia morada.

Pero tú, que eres triste como para apoyarte,
como para ser pura debajo de un manzano;
tú, sin embargo, sabes
consolar a los pobres con la palabra sábado.

¿De donde sacas ese retrato del azúcar;
ese conjunto tibio de sencillez en fiesta?

¡Ah, mujer sostenida por un color a música,
con qué cuidado hicieron tus manos entreabiertas!

1 comentario:

julia dijo...

Me encanta la expresión de mujer libre a mujer libre. Es un pacto con la armonía..., Gracias