Mar Galván,

CUENTO...

¿Qué sueño? ¿Con hadas?....

Erase una vez en un apartado bosque donde las luces eran tenues, el silencio del aire la compañía, ella sentada en el lomo de aquel árbol....

Los susurros del aire alborotaban su melena, oscura tenue, como la noche en el bosque.

El silencio la magnitud de los pasos descendiendo por la ladera de rincón escondido.

Aquella que no llegan todos, secreto, infinito. Notas de música tararean los más escondidos entre máscaras sus rostros...

Un lugar mágico donde la belleza no existe, solo las manos son la expresión de los sentimientos.

Ella apartada justo debajo del árbol mas melancólico enciende su vela de ambrosía de aromas enredando un mítica rama para fortalecer la estancia.

Descienden sutilmente los momentos, aquellos que pasaron por la vida de todos, corrigiendo cada uno de ellos, enlace a la serenidad de lo inesperado.

Silencio, solo el soplo del aire es compañero de ese instante.

 Hada atrapada en el tiempo, en la nostalgia de los sentimientos, sublime pasarela de los momentos.

Miles de miradas escondidas bajo ese piel tan frágil, llegaron al destino del bosque buscando la verdad de la vida, la que transporta la mente, escondidas bajo la máscara de la intensa hipocresía, aquí no hay mejor o peor, solo la distancia de tus dedos en alcanzar el deseo.

¿Cúal es el tuyo? Si llegaste hasta aquí debes mantenerlo.

Puro e impuro, saldrás del bosque con el aire renovado, lo mágico envolvió la aspereza que había en tu vida.