14 marzo 2014

Ana García Briones. Copyright ©




En mi cueva solitaria
juego a escondidas con la muerte,
enciendo luces y antorchas
que iluminen mis pasadizos,
el interior de esta selva,

de este atolondrado universo
donde camino descalza.

En mi cueva solitaria
mi egoísmo me cubre de lágrimas
y vuelvo a nacer
en las fragancias naturales
en las palabras hermosas
en los abrazos que acurrucan sueños
en las voces que piden aliento.

En mi cueva solitaria
juego a escondidas
y entre lágrimas sinceras
busco la luz
y extiendo mis manos
al prójimo. 

2 comentarios:

Mercedes Dueñas dijo...

Bellisimo poema que invita a compartir. Felicidades.

Lisardo dijo...

Acaricio esas manos leyendo tus palabras
prójimo en tu cueva solitaria.