31 julio 2014
Mar Blanco
Desenraizada
como niña clandestina,
como de otra parte
de otra tierra, de otro reino.
De un lugar impreciso.
Soy de sol,
de hierba recién cortada
y de la humanidad
-con todos sus colores –
Arriesgo el corazón
-sin amarras-.
Ensayista eterna del primer amor
conservo las estrellas y las flores
las olas de ternura…
y cuando estoy a punto
de perder el equilibrio,
Sonrío.
Y vuelvo a ubicarme
-en el límite-
entre el agua y el aire
-expandida en vertical,
flotante-
Bolsillos sin piedras.
Emociones
con sorpresas –juntas-
Bajo mi propia mirada,
canto a la vida.
No temo a la soledad.
Brenda López Soler
lo que más me gusta de mí eres tú
me da igual lo que hagas
que vengas o que te vayas
lo que vivas
que poseas o que sueñes
lo que olvides
que te canses o que te asombres
lo que rias
que te asustes o te duermas
lo que busques
que mates o que mires
lo que goces
que te ocultes o que llores
lo que muestres
que camines o que entierres
lo que ames
que te des o que ignores
mi brutal egoismo.
GABRIELA MISTRAL
Adiós
En COSTA lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tu la creiste
ni la creo yo,
"y es cierto y no es cierto"
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
Vamos hacia el mar
que devora al Sol.
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol.
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y él
alucinacion.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echo,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!
En COSTA lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tu la creiste
ni la creo yo,
"y es cierto y no es cierto"
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
Vamos hacia el mar
que devora al Sol.
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol.
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y él
alucinacion.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echo,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!
Francisco Cenamor

el fin de la historia
ya no tiene sentido la normalidad
ha llegado el momento de los disturbios espirituales
de cortar la calle con macetas
plantar magnolias en las autopistas
arruinar el futuro sembrando esperanzas
poner comas entre sujeto y predicado
correr de espaldas palpando el presente
condenar sin juicio, enjuiciar sin condena
subir de dos en dos las escaleras
abrir de par en par las ventanas
de los viejos aposentos modernos
vaciar las estanterías metálicas
acudir silbando a la biblioteca
enarbolar banderas transparentes
que no nos amordacen los ojos
sorprendernos abrazados al paria
al que vino de lejos, a la prostituta
matar de risa al desamor
ir a la oficina de empleo cantando a puccini
pagar la ópera con la cartilla del paro
recitar poesía desde el patíbulo
construir con firmeza en las nubes
y cada noche, soñarse escondido en el jardín
ignorando elecciones generales y tarjetas de crédito
Del libro Amando nubes. Talasa Ediciones, Madrid, 1999.
30 julio 2014
MONTSERRAT VILLAR GONZÁLEZ

HACE 20 MINUTOS (repasando la primera mitad de mi vida)
Hace 20 minutos mi cuerpo de 20 años
se disuelve entre tus manos
agotado de sudor, creciéndose
para intentar besarte.
Hace 20 minutos recuerdo que te quiero
Hace 20 minutos recuerdo que te quiero
insistiendo en la ternura de años
en que vi tu pulular en mi mundo de niña
sin que pudiera tocarte.
Hace 20 minutos, soy feliz porque te tengo,
Hace 20 minutos, soy feliz porque te tengo,
y, aunque preñada de tus dudas, de mis dudas
resbalando entre ancianos recuerdos.
Te quiero, sudor y espuma,
Te quiero, sudor y espuma,
ausencia, reencuentro.
Te quiero ideal y persona
así, dudas y sueños.
Hace 20 minutos, me dibujo en tus ojos
Hace 20 minutos, me dibujo en tus ojos
mirando el primer desnudo de mi cuerpo,
me busco en tus palabras, tus susurros,
me arrulla tu deseo.
Hace 20 minutos el sol quema la piel
Hace 20 minutos el sol quema la piel
del sueño que descansa en tu pecho
y soy yo, deseando quererte en cada rayo
en cada uno de estos veranos.
Hace 20 minutos llaman a mi cabeza
Hace 20 minutos llaman a mi cabeza
las razones que me clavas en la memoria,
aplastando con nuestro peso la leve eternidad
de estos momentos.
Hace 20 minutos se transforman las verdades
Hace 20 minutos se transforman las verdades
y soy yo, ante este mar roto en mil cristales,
vomitando 20 años de un pueril dolor
que no he querido recordarte.
Te quise, sudor y espuma,
Te quise, sudor y espuma,
ausencia, reencuentro.
Te quise ideal y persona
allí, dudas y sueños.
Luis Cernuda
País
Tus ojos son de donde
la nieve no ha manchado
la luz, y entre las palmas
el aire
invisible es de claro.
Tu deseo es de donde
a los cuerpos se alía
lo animal con la gracia
secreta
de mirada y sonrisa.
Tu existir es de donde
percibe el pensamiento,
por la arena de mares
amigos,
la eternidad en tiempo.
Sonia Martínez Requejo (Berenice)
previsión metereológica
Ayer anunció la imagen del Meteosat
que habría lluvias pesadas
de enfermos de ánimo

y enfadados con la vida
de las que es recomendable guarecerse.
Conviene no olvidarse la sonrisa de emergencia
una canción silvada
y un chubasquero cubriente
para resbalar quejas, gruñidos, resoplidos,
malas hondas de las víctimas de injusticia universal.
Oscar Wilde

En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.
Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001
Benita María Paredes Rivas.
La
luna se fundió en la negra noche de mi piel.
Y
en un trozo de cielo te regalo mis sueños,
pergamino
de plegarias.
Me
rompo en mil segmentos,
que
se transforman en palomas blancas
que
vuelan buscando el horizonte,
Tu mirada.
Del libro : Viaje inesperado
Colección : Poesía en la distancia.
• Nuria Ruiz Fernández •
LABERINTOS
Laberintos de melancolías
confluyen en la desembocadura
de un océano de confusiones.
No sé cómo frenar
los impulsos del enigma
que navega contra corriente.
Las marismas del misterio
sortean libremente
los meandros de mi conciencia.
Y ya no puedo más.
Quiero huir hacia atrás
y la falta de velas
en mi máquina del tiempo,
me lo impide.
Y ya no puedo más.
Deseo adormecerme en la popa
de mis pensamientos
y la ausencia de orientación
me obliga a estar alerta.
Y ya no puedo más.
El navío del silencio se ancló
en el estrecho de mi sinsentido
y se niega a poner rumbo
hacia el puerto de las sinceridades.
Del libro: A tu encuentro
Colección: Poesía en la distancia
29 julio 2014
Magda Robles
Camino a tientas
aun sin llevar los ojos cerrados.
Me guía un sonido
ausente,
el eco de pasos distantes,
de presencias
furtivas
y miradas
tras la ventana.
Camino con mis manos
como guía y última frontera,
aferrando entre
los dedos
ese
paso un segundo más allá
de lo que
marca el límite...
28 julio 2014
Begoña Abad
José Sánchez del Viejo
AFRODITA
Tú, en tu soledad aislada,
no mides el alcance de los dardos
que como Diana cazadora
avientas al entorno que te puebla.
No sabes del dolor de las heridas
-2%5B1%5D.jpg)
que, impregnadas del veneno del deseo,
inoculan la pasión desesperada
en la sangre caliente de tus piezas.
No adviertes la agonía interminable
de aquellos que, vencidos a tus pies,
agonizan de una forma inevitable
con el músculo vital atravesado,
ahogándose en su sangre entre las llamas
que enciende en su interior tu devaneo.
Guarda tu arco de mortífero disparo,
ofrece la lisura de tus labios
y mata, de pasión, a quien se atreve
por las floridas sendas que componen
el edén perfumado de tu campo
donde reina, majestuosa, tu presencia
Del libro : Silencios encontrados.
Colección: Poesía en la distancia
Antonio Porras
Ojos verdes
La brisa de la noche
cargada de perfumes
transporta mis anhelosbuscando tu pasión.
de etéreo sentimiento
circundo tu figura
con trémula ilusión.
Fundido en esa brisa,
en amoroso abrazo,
navego por tu cuerpo
en toda su extensión.Mientras tú, entregada
compartes temblorosa
caricias y suspiros
que rompen la razón.
La verde ventana de tus ojos
entrega la llave de tu boca.
Tu piel suave
es campo de batalla
de fogosas pasiones.
Tus senos tersos
montañas retadoras
cargadas de promesas.
Tu vientre un tobogán
colmado de ilusiones
que lleva sin premura
a seductora puerta
que abre tu interior.
Y yo,
llevado por la clave,
penetro sigiloso
en todo tu esplendor.
Y dejo de ser yo
y me fusiono en ti.
Rindiendo pleitesía
cabalgo en un caballo,
galope encabritado,
sin bridas y sin riendas
que frenen la pasión.
Mana de mí la vida
que riega tus entrañas
creando una alianza
sellada en el amor.
Federico García Lorca
Intermedio
Aquellos ojos míos de mil novecientos diez
no vieron enterrar a los muertos,
ni la feria de ceniza del que llora por la madrugada,
ni el corazón que tiembla arrinconado como un caballito de mar.
Aquellos ojos míos de mil novecientos diez
vieron la blanca pared donde orinaban las niñas,
el hocico del toro, la seta venenosa
y una luna incomprensible que iluminaba por los rincones
los pedazos de limón seco bajo el negro duro de las botellas.
Aquellos ojos míos en el cuello de la jaca,
en el seno traspasado de Santa Rosa dormida,
en los tejados del amor, con gemidos y frescas manos,
en un jardín donde los gatos se comían a las ranas.
Desván donde el polvo viejo congrega estatuas y musgos,
cajas que guardan silencio de cangrejos devorados
en el sitio donde el sueño tropezaba con su realidad.
Allí mis pequeños ojos.
No preguntarme nada. He visto que las cosas
cuando buscan su curso encuentran su vacío.
Hay un dolor de huecos por el aire sin gente
y en mis ojos criaturas vestidas ¡sin desnudo!
Nueva York, agosto 1929
Carmen Godino Soto
Cuadro: René Magritte.

Porque besaste mis besos.
Porque ni un sola de mis causas
quedó sin tu efecto.
Por reinventar las palabras
Por hacerme creer
que en las nubes pueden crecer espigas doradas.
Por los amantes del espejo.
Por salpicar de risas la pared y el suelo.
Por el pasadizo en el muro de la espera.
Por haber pulverizado las barreras.
Por las arañas que recorrieron mis linderos
Por hacer de la ternura ungüento y oleaje.
Por ser compañero de mi viaje.
Porque volviste a besar mis besos.
Por eso.
Lupe García Araya
Me voy
llena de amor
para sesenta días,
llena de miedo
por esta espera,
llena quizás de agua
para saberme fresca.
Me voy
como lo hace el frío esta tarde.
Y aquí,
donde a veces el ruido me persigue
y yo creo que son caricias,
voy llenando de algodones las noches,
porque puedo caer sin darme cuenta
y romperme la vida.
27 julio 2014
Alicia Calero Cervera •
Labios
Labios que hablan
sin decir nada…
abiertos y cerrados
hablan de una vida pasada
y predican sobre el futuro.
Labios que contradicen
en silencio
lo que dicen sus palabras…
Labios que besan con amor
mientras hablan de odio.
Labios que dicen
verdades y mentiras.
Son labios
que ocupan un espacio
y crean un vacío,
se abren y se cierran
al unísono.
Labios que dicen
sin hablar
y hablan
sin decir.
26 julio 2014
Begoña Abad
24 julio 2014
Mónica Suárez
SOY TINTERO
Si para vestir palabras
nací desnuda por dentro,
quiero entintar con mis letras
el alma errante que tengo:
canto de voz recortada
con amor del mismo verbo,
providencial estocada
que va regando luceros.
Llevo en la voz acostada
la plegaria de los sueños,
la tinta la traigo adentro
como si fuera tintero.
Quiero alimentar las hojas
con la sangre de mi verbo
y que las hojas adornen
la antesala de mi cuerpo:
toda la cueva del alma,
toda la estepa del cielo.
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