Le dedico este espacio a un amigo que hoy ha dejado de estar con nosotros.
A su esposa, hijos y familia.
Un abrazo de" hasta luego Paco "
Pedro Javier.
31 diciembre 2012
Pedro Javier Martín Pedrós
En
este trocito chiquitito de año que me queda, se me estremece el alma llena de angustias
y locuras que pasean por mi interior sin permiso de circulación.
Aquí,
no hay controles de alcoholemia que me lleven con precaución hacia el atisbo de
mis sonrisas rotas, los maremotos que estamos desarrollando en cada bolsillo de
nuestra careta diaria.
Bocinas, más bocinas, cohetes, platos y vinos
sofisticados nos esperan para la gran
fiesta... Y mis lágrimas cansadas de recorrer mi rostro me piden horas extras
que no acierto a comprender.
Dicen que la poesía es vida, a veces es más, es azul, es amor,
romanticismo, también he conocido la poesía del beso, del abrazo, del apretón
de manos, de la respiración compartida, de la zancadilla, del odio, del vacío,
del vacío, de la separación, del vuelo roto, del olor a mierda.
Acercaos por favor, ahora quiero quedarme con
vosotros con el beso limpio que recibí ayer de alguien que acababa de conocer y
que en su mundo lleno de desilusión me dio un empujón hacia la esperanza.
Manifiesto públicamente mi agradecimiento a
todos los que me hacen crecer y saborear el cóctel de la vida con sus grises y
azules.
Gracias.
Juan Disante
Cuarzo
.
El
cuarzo no se fracturaen su enhiesto cuerpo fluye el equilibrio
que dona a nuestro sentir
la dureza del ónix me envuelve
el blanco como la gubia
que lo hiere
es granito como noble
es libre como de la tierra
es collar que envuelve tu cuello americano
que urge mi afán de Maya
que turba tu pasión lítica.
Se acumulan
se incrustan sus épocascomo capas
unas sobre otras
la memoria de cada era
se abrazan a sus trasparencias
distintas
universales.
El sol potencia su amatista energía
su lactancia meditante
sus estímulos que alejan del mal
cristal del desbloqueo
vibraciones del presentir topácico
prana universal
que apoya en mi chacra
(dos dedos debajo del corazón)
un instante diario
kristallos del aura
que proyecta en tu sien izquierda
(junto a tus trenzas)
el soplo de lo fecundo.
Ya sé que puede guardar secretos
hialina su luminiscencia astral
magma del hielo duro
pendular de sus culpas.
Lo he descubierto
serán de cuarzo diáfano los tiempos futuros
serán de un instante donde se reúnan todos los tiempos
y tu yo y mi tú tornarán fosilizados
eternos sílices.
Cristina Peri Rossi
La pasión
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
"Babel bárbara" 1991
Ángel González
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.
No recuerdo un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.
No recuerdo un invierno tan frío como éste.
30 diciembre 2012
J. SEAFREE
Bio-bibliografía
J. Seafree (Madrid, 1964 -pseudónimo de
Javier Ocaña Gallego) es escritor de poesía y poeta visual. Trabaja las
lecturacciones y las acciones poéticas. Durante la década de los noventa fue
miembro de la Asociación Cultural La Tertulia de Madrid; co-editor de “La nueva
poesía eléctrica” y de “Alabastro”. Escribió crítica de arte en “La brocha” de
Gijón, y en “Hitos” de la Fundación Concha Márquez y en las “Gacetas locales” de
Madrid. Ha escrito y publicado “La piedra huérfana” (1994), “El universo sería
paz” (1997), “Sol imposible” (1999), “Poemas del no siempre” (2011) y
“Espeleología poética” -poesía visual- (2011). Editor de “Dos Poemas y un Café”
desde mayo de 2010.
(para
MARÍA)
el universo es grande,
inmensamente
bello
lleno de millones de
estrellas
negro, infinito, baúl eterno de
luz…
el mar es grande,
inmensamente
bello
miles de playas lo acompañan
plácidamente
las rocas también invitan a
soñar
el verde del planeta es grande,
inmensamente
bello
aroma plural, gentil abrazo para
todos
los corazones del
mundo
el tiempo…
eres tú
y mis manos
serán
tuyas
en cada paso.
Poema colectivo " Libro A tu encuentro "
POEMA COLECTIVO
• Pedro Javier Martín Pedrós • Lupe García Araya • Nuria Ruiz
Fernández • Rafael León Rodríguez • Beatriz Favre • Carmen
Escohotadoibor • Antonio Gómez Hueso • Maribel Ortiz Ruiz • Daniel
Bastús Castiella • Laura Caro Pardo • Miguel Ferrando Rocher • Hélène
Laurent • Cristian Piné • Chema Muñoz • Rosario Troncoso González
• María Eleonor Prado Möndinger •
Alforjas vacías, deshilachadas,
dejaron escapar sonrisas
libres y frescas
que iban a tu encuentro.
Dibujé el mar
y olas gigantes,
arena dorada que aguarda
tus pisadas, mis besos.
Y encontré orillas
que emanaban canciones
con letras de amores
que ya se fueron.
Las alas se han volado como el humo
dejando en su lugar sólo cenizas
pesadas como piedras.
Zozobra. Al fondo de la noche, un faro.
Quedaron en mis ojos el reflejo de las estrellas
de la luna aquella, que triste, me contemplaba
y en el balcón de mi alma, unas lágrimas
amenazaban con salir en cascadas.
Ahora, las lágrimas fulgentes
se han quedado como piedras preciosas
atrapadas en las mejillas.
Y el eco de estos momentos
acaricia mi piel y tu cuerpo;
relampaguea una gaviota al vuelo
musitando dulce un «te quiero».
Pero tus manos, de repente
presagiaban naufragio,
y la palabra desamor
se fue anudando a mis tobillos.
(Un grano de arena apenas
en los labios.
Un planeta apenas
dentro de la arena.)
El tacto dulce de tu piel
se aferra a mi memoria
resistente al agua,
fantasmalmente eterno.
Y te desdibujo en la distancia,
creo verte a lo lejos,
¿eres tú en realidad,
o acaso es el viento ?
Llegó la hora de dejarte volar,
abrir la puerta de tu jaula dorada
y sin aferrarse al verte partir
aceptar morir un poco.
Morir como mueren los planetas,
presagiar la lenta elipse
que nos lleva de regreso
a la humedad de no haber sido.
Un veloz tobogán me empuja a despedirme,
un monumento más al amor que agoniza.
Apriétame la mano en todas mis pisadas.
No me pidas que vuelva, toda la mar me espera.
Y abre su inmensidad
para darme su cobijo, abrazándome
inundándome de agua y luz los poros
llevándome en brazos a ese lugar
donde la existencia ya no importa tanto…
es fundirse, del todo.
Ser un átomo más, y ser calor
a pesar de la corriente más fría.
Dame tu cobijo en mis horas mudas,
tu aliento cuando desespero,
tu carne que tape la mía
y ese amor que tanto me hace falta.
Del libro " A tu encuentro "
Colección Poesía en la distancia
Anna María C Nieto
Carta
a los Magos
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi
ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y
el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella
que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros
camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme
niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por
que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con
nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el
colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de
"segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy
grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma
encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo
seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el
puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la
bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la
dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era
una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí
soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan
en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su
tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro
que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de
Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua
para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me
despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver
al pasado.
Carta
a los Magos
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de "segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver al pasado.
Mis soñados Reyes Magos,
otro año que no llega,
mi ansiada bicicleta.
...
Pasaron mis años niños
y, pasó mi juventud,
y el seis de enero aún sueño,
en la magia y en la luz.
En la estrella que de oriente,
ha de guiar vuestro paso,
cargados vuestros camellos,
de paz de amor y regalos.
Hoy vuelvo a sentirme niña,
montada en mi bicicleta,
que...¡por cierto, no llegó¡
¿fue por que era traviesa?
Si yo, me portaba bien,
me conformaba con nada,
los vestidos que tenia,
mi tía me los regalaba.
Para el colegio, uniforme
¡y que bien lo conservaba¡
los zapatos de "segarra"
que parecían dos barcas.
¡madre que me van muy grandes¡
no pasa nada mi nana,
el año que viene irán,
como una pluma encantada.
(mi madre siempre decía, con cariño esas palabras)
Yo seguía con mis juegos,
como...cuidar de mi hermana
y vigilar el puchero,
si mi madre trabajaba.
Y de los cuatro a los nueve...
la bicicleta soñaba.
esperando año por año,
que los reyes la dejaran.
A los nueve ya sabia,
que sólo a Belén llegaron
y que era una leyenda,
esa historia de los Magos.
Mas...siempre seguí soñando,
en tener la bicicleta,
que los sueños de los niños,
se quedan en las conciencias.
¡Cuánto mi madre lloró
y cuanta fue su tristeza¡
el sueño siguió guardado,
en mi mente de chiquilla.
¡Juro que existe la magia¡
y aquella niña, aún existe,
llegando el cinco de Enero,
dejo en mi balcón colgados...
los zapatos de "segarra"
agua para los camellos
y dulces para los Magos
y cuándo el seis me despierto,
en mi nube caminando,
me monto en mi bicicleta,
para volver al pasado.
29 diciembre 2012
Maria Sánchez
Tráeme tus manos.
Ponlas aquí…
donde laten los sentimientos.
El camino que me queda por vivir,
ese extraño camino de metamorfosis
hacia el horizonte de la vida,
donde nos cambiamos de traje
y tiramos los calcetines mal olientes.
Mis botas ya están gastadas
y busco donde quemar todos mis despojos…
Toca mi corazón,
siente como vive en la miseria
por ti, por tu amor,
y arrancas de mis venas
las horas que corren
y que solo tú, con tu calor,
paralizas el frio
de las calles solitarias
donde el viento silva
canciones sin nombres.
Tráeme tus ojos,
no te olvides de tu mirada,
los gestos de tu boca,
de tu voz…
que suene el eco de lo que fuimos
en él hallare la fuerza
y el silencio serán notas de sonido
de la nebulosa luz
que abarca mi memoria y el olvido.
(M. Sánchez, diciembre 2012)
Reservado los derechos
28 diciembre 2012
Jorge Novak Stojsic Sarac
señora
no sabe como me honra
su
presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me
verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de
mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las
deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de
colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas
pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en
cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su
perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por
favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el
fuego
que cuece en la lumbre
que verla de
reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de
pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le
aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el
sol
amanezca
amiga mía
señora
no sabe como me honra
su presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el fuego
que cuece en la lumbre
que verla de reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el sol
amanezca
amiga mía
no sabe como me honra
su presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el fuego
que cuece en la lumbre
que verla de reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el sol
amanezca
amiga mía
Gloria Young
Soy
Soy
recinto
de todas las
palabras colgadas en el viento
de la luz que
atraviesa mi curva cordillera
de la canción
del sueño
del mar con
sus espumas
del alma
desbocada al filo de una estrella
Soy voz
que no se
esconde
que explora
sus tejidos
que aúlla en
el misterio de todos los silencios
que murmura a
la vida
que acecha en
la vigilia
que da vuelo
a la risa venciendo la nostalgia.
Soy
agua
de la
lluvia
del mar
de la
tormenta
y busco los
tesoros
y lavo
las
memorias
soy
mujer
de este
siglo
escalando
esperanzas
cabalgando
corceles
de amor y de
ternura
abriéndome
los poros
al olor de
las frutas
soltándome el
cabello
surcando la
dulzura
aquí
en la
penumbra
de la
puesta del
sol
José Saramago
- El beso
Hoy, no sé por qué, el viento ha tenido un
hermoso gesto de renuncia, y los árboles han
aceptado su quietud.
Sin embargo (y es bueno que así sea) una guitarra
organiza obstinadamente el espacio de la soledad.
Acabamos sabiendo que las flores se alimentan en
la fértil humedad.
Ésa es la verdad de la saliva.
De "Poesía completa" Alfaguara Editores, 2005
Versión de Ángel Campos Pámpano
Rafael Guillén
- Gesto final
Un hombre está tumbado bajo el cielo.
Se le ha apagado el tacto. Las hormigas
pueden subir el trigo por su cuello.
Esto es lo más terrible de los muertos:
que la vida los cubre y los absorbe.
Porque un hombre está muerto, y en la plaza
siguen jugando al tute los de siempre,
y se espera que grane la cosecha,
y hay barcos en los puertos, preparados
para zarpar al despuntar el alba.
Un muerto es la esperanza boca abajo.
Porque un hombre está muerto y todavía
es posible que tiene en los bolsillos
un paquete empezado de tabaco.
Y esto es lo más terrible de los muertos:
que se paran de pronto entre las cosas.
Ha muerto un hombre cuando se desdobla
y se mira su cuerpo, desde enfrente,
y se tiende la mano, y se despide.
Ha muerto un hombre, irremisiblemente,
cuando mueren los que lo recordaban.
Los muertos se resisten a estar muertos
y se defienden con su peso inerte,
y es terrible su grito cuando luchan
porque sólo se oye con los ojos.
Hay que amar a los muertos, comprenderlos.
Son como niños buenos enfadados.
Les han robado el aro y la cometa
y se han quedado tristes para siempre.
Uberto Stabile,
Trece pruebas de
amor y un vampiro
Tiene la piel sedienta, tiembla
caundo me mira y es consciente de su
ridículo
mientras habla sin decir lo que pasa.
Intentará que yo le abandone con
tal de no reconocer que su amor ha muerto.
Cuando mira el paisaje en el que
yo habito, tan sólo alcanza a ver una roca desierta en mitad del
océano.
Tiene tanto miedo a su inocencia
que se declaría culpable de cualquier crimen que no hubiera
cometido.
Lo más hermoso y humano que
posee, es su propio miedo a parecer
tan frágil como en realidad
es.
Siempre que me llama es para
decirme adiós, y cada vez que
tenemos que separarnos llora
como un niño desconsolado.
Vivimos lo mejor de nuestras
vidas en un momento, nos hacemos
eternos en un instante, y el
mundo nos parece un planeta lejano,
cuando abrazados somos dueños de
nuestro fugaz destino.
Ese amor secreto, prohibido,
imposible, en su locura, su fe ciega, es
más puro e intenso que todo el
amor que puedan acumular las
caricias de una vida
compartida.
Ninguna sombra ha brillado tanto
como la sombra en la que, por
amor, he sido
confinada.
Tiene sus ojos las palabras
justas.
Si él habla de amor lo haría sin
nombrar el amor, a una mujer esa
palabra no le duele
pronunciarla.
Sé que no es azul el mar cuando
se encierra en un vaso de cristal,
que la luna no siempre es
blanca, ni la luz de las estrellas eterna, y
aún así prefiero creerte; sus
mentiras no son menos ciertas y hacen
más hermoso este
infierno.
Como el viento que precede a la
tormenta y agita las finas acacias,
como el intenso olor de la
tierra mojada, como un barco a la deriva,
así es mi amor. El deseo que me
conmueve.
el vampiro:
Quién pudiera contigo llorar
esta pasión, empuñar una lágrima y
disparar sobre
Dios.
Foto
de : Model Stefan Erik
27 diciembre 2012
Ela Cuavas
ELA CUAVAS
Ela Cuavas. Montería, Córdoba,
Colombia, 1977. Poeta. Licenciada en Español y Literatura. Es docente de Lengua
Castellana de la Universidad de Córdoba. Ha sido colaboradora en diversas
publicaciones impresas y digitales, entre ellas, El Meridiano de Córdoba. Como gestora
cultural ha intervenido en organización de proyectos literarios y audiovisuales.
Su primer libro de poesía, Juntar los
huesos, fue publicado dentro de la
colección Voces del fuego, Testigos del Bicentenario de la Editorial Pluma de
Mompox 2011 de la ciudad de Cartagena.
TE SEDUJO EL CANTO DE UN PÁJARO
Tú me esperabas frente a la
galería,
con aquella blusa azul casi
transparente
y una fina sensualidad en tu
labio inferior
que no necesita lápiz,
porque las mujeres como tú
son más que carne.
Yo, al otro lado, en la
estación,
viendo partir autobuses,
con la tristeza de un
judío
que ve partir el tren en una
película nazi,
atravieso la calle; y el agua y
sus colores
se desvanecen lentamente en la
acera;
los cristales de la galería
revelan
las trampas de la luz.
Eres la mujer con la que soñé
una noche,
sentada en mi mesa,
bebiendo de mi vaso,
bailando un jazz de John Lee
Hooker,
cabello azabache, ojos de
pantera.
¿Dónde hubiéramos ido esa
tarde
de alucinados demonios
en la que neones y
automóviles
nos ocultaban el cielo?
Aquel día que no quisiste
seguirme
porque te sedujo el canto de un
pájaro
y yo tuve que devolverme
ebrio
a mi barrio de hojalata.
Ela Cuavas
Irma Pineda
Irma Pineda (Oaxaca, México, 1974).
Escritora y traductora binnizá, originaria de Juchitán, Oaxaca. Se licenció en
Comunicación y hoy en día vive en el Distrito Federal. Escribe en lengua
zapoteca y castellana. Es autora de los poemarios: Xilase Nisado’
– Nostalgias del Mar (SEP/
Libros del
Rincón/ Col Espejo de Urania, 2006) y Ndaani’
Gueela’ - En el Vientre
de la
Noche (Casa
de la Cultura de
Juchitán/ Fundación Cultural de Trabajadores de Pascual y del Arte A.C., 2005);
es coautora del poemario trilingüe Huhuexochitlajtoli
- Diidxaguie’ yooxho’- Viejos Poemas (2006). Su obra ha sido incluida en las
antologías Voces del
Corazón de la
Tierra
(México), Prometeo (Colombia) y Voces de
Antiguas Raíces (Italia),
Poesie (Yugoslavia), Galerna, Revista
Internacional de Literatura (EE.UU.) y Translit (Canadá). También ha publicado en diversos
medios nacionales e internacionales como La
Jornada ,
Tierra
Adentro (México),
Trieste
(Italia), La poesía Señor
Hidalgo (España). Sus
poemas aparecen en ediciones discográficas como El que
la Hace la
Canta (Sony Music),
Lluvia de
Sueños III (CONACULTA) y
Las voces del
Zenzontle (produción de
Gonzalo Ceja). Su trabajo como traductora aparece en los siguientes libros:
Una Noche
Oscura (Poemas zapotecos
de Pancho Nácar, Ediciones Bacaanda, 2007), Viva
México (texto de Marta
Acevedo, SEP/Bibliotecas de Aula, 2005), Cuarto Viernes
en Chihuitán (versión en
español de Elisa Ramírez con ilustraciones de Francisco Toledo, SEP/Bibliotecas
de Aula, 2004). Irma Pineda ha sido Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA,
México), durante los periodos 2000-2001 y 2005-2006. En 1998 realizó una
residencia artística en la
Casa de Arte Calles y Sueños (Chicago, E.U.). En el 2001 participó
en el Festival Internacional de Poesía en Medellín, Colombia. En el año 2004 fue
artista residente en el Banff Centre (Alberta, Canadá), como becaria del
Programa Internacional de Traducción Literaria.
Sucede a veces
“Señor Roble:
¿Con que tierra puedo
alimentar sus raíces?”
A Rigoberto Ávila
Sucede a veces,
que uno se enamora de los árboles,
por la sombra que producen,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
que uno se enamora de los árboles,
por la sombra que producen,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
Sucede también, a veces,
que el árbol que uno ama
se convierte en hombre,
y uno ama sus ideas,
sus labios,
su corazón, sus brazos
o el sexo,
(porque los árboles tienen sexo).
que el árbol que uno ama
se convierte en hombre,
y uno ama sus ideas,
sus labios,
su corazón, sus brazos
o el sexo,
(porque los árboles tienen sexo).
Y sucede después, a veces,
que el árbol que uno ama
está tan cerca que asombra,
asusta.
Deja de ser un árbol
y parece un sol
que deslumbra los ojos enamorados.
que el árbol que uno ama
está tan cerca que asombra,
asusta.
Deja de ser un árbol
y parece un sol
que deslumbra los ojos enamorados.
Y sucede entonces, a veces,
que uno no sabe
si cerrar los ojos y esconderse,
o contemplar al árbol-hombre-sol
hasta quedarse ciego.
que uno no sabe
si cerrar los ojos y esconderse,
o contemplar al árbol-hombre-sol
hasta quedarse ciego.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)