31 marzo 2010
Maria Magdalena Gabetta,

Ámame como soy
Ernesto Cardenal
30 marzo 2010
Benita Paredes

Victor Manuel Guzmán Villena,


cruzando por el umbral del tiempo
29 marzo 2010
Rafael Delgado,
SARAY PAVÓN
despacio, desabrochando los botones
de mi chaquetón y dejándolo caer
al suelo.
Te he imaginado kamasutreándome,
agarrándome con fuerza, besándome
con violencia y llenando las habitaciones
de recuerdos.
Acariciando mi piel, tocándome los pechos,
pasando la lengua por todo mi cuerpo
y compartiendo el primer café
de la mañana.
Gloria Fuertes,

28 marzo 2010
GIRAPOEMA III, Poema de Fernando Omar Vecchiarelli
Una herida profunda del relato, una gota de tinta en tu mirada.
Tenue luz que te ilumina parpadeante, para que en-cuentres el camino.
El último en la lista, el olvidado.
Sin rostro, sin nombre o apellido.
Una letra, con la que tú quieras nombrarme.
Soy narrador, este es mi estilo, con el que amo, sufro, me desvivo.
Una serpiente, este es mi paraíso y mi condena, nadie me obliga yo lo he elegido.
Soy quien ha de morir sin duda en ese día, en que tú lo hayas decidido.
Argentina
Felix Morales Prado,

Al final de esta calle hay una casa
donde no vive nadie.
Y en su patio un farol de luz amarillenta
que brilla débilmente entre geranios, retama y madreselva.
Al final de esa casa hay un reloj de péndulo
dictando su ritmo inexorable
a los muebles callados, los jarrones de china
y las camas intactas.
Al final, que ya entonces no existe, del reloj,
está la muerte. Y allí una puerta
para los que comprenden y los que no comprenden,
que da al jardín.
(De Maldevo
Alicia Calero Cervera
27 marzo 2010
Luis Felipe Comendador
El preso sabe bien que la verdadera libertad está en
su celda.
Yo quero ser físico anatómico.
Hay cierta intensidad en el presente que no tiene
nada que ver con el tiempo...es todo espacio.
La fantasía siempre acaba en una escasa caricatura
de la realidad.
Sobreponerse a la necesidad resulta decadente para el
resto de los necios.
Colección Poesía en la Distancia

Correo electrónico: kmrpty@hotmail.com
A veces quisiera ser otra,
llevar otra vida, otro nombre,
caminar descalza caminos diferentes.
Quisiera correr lejos, sin rumbo.

Inventarme y reinventarme en cada respiro.
Partirme en dos.
A veces quisiera ser otra y no ser yo,
detener el tiempo y embalsamarme en él.
Volar quizás libre como los pájaros
o arrastrarme ágilmente como un reptil.
Quisiera envenenar serpientes y alacranes
y otras veces amamantar demonios.
Vivir por un minuto en otras mentes,
en otras ciudades, en otros cuerpos
pero soy ésta y nada más: mujer.
No necesito ser otra si soy quien soy:
Esencia pura y realidad.
Compleja.
Aunque a veces, tan solo a veces
quisiera ser otra y no ser yo.
26 marzo 2010
Luis Cernuda

//
Mario Benedetti,

Ángela Mallén,
FRÍO
(Axioma Décimo)
Mi madre me llevaba
todo recto por el frío.
Ahora veo la estatua de hielo que éramos
en aquella ciudad vieja del nordeste.
Tuve suerte de erigirme
esperando con ella
en el centro del frío, debajo del castillo.
Yo tenía su fragancia,
¿o era su miedo?
¿o su temeridad?)
Mi madre me llevaba todo recto por el frío.
Había una iglesia grande donde olían
a incienso las gitanas
sentadas en la noble escalinata.
Los gigantes dormían en la Casa
Consistorial.
Mi madre me llevaba
todo recto por el frío.
La calle San Antonio,
enfrente de la tienda
del petróleo y las papas, junto a los Cines Fémina,
hasta la pastelería.
Dos galletas ovaladas:
chocolate y anises de colores.
Ternura, privilegio.
Un cándido secreto.
En el centro del frío,
me comía a mi madre.
25 marzo 2010
Gioconda Belli

NO ME ARREPIENTO DE NADA
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.
24 marzo 2010
Pablo Mora

Miguel Hernandez,

Ada Salas
Colección Poesía en la Distancia


23 marzo 2010
Pablo Mora

Pablo Moramoraleja@telcel.net.veProfesor Titular, Jubilado, UNETSan Cristóbal, Táchira, Venezuela
Para mantener abierta la palabra
Para reinar sobre la muerte
Para revivir cada día
Para sentir junto con los otros
Para sacar la flor de las cenizas
Para vigilar mientras todos duermen
Para que le sirvan
Para apuntalar el sueño
Para servirse
Para alimento espiritual
Para unir lo posible con lo imposible
Para salvar del diario morir
Para hacer más vivo el vivir
Para la Poesía y la Verdad
Para la vida
Para transformar la vida
Para limpiar cuando el poder corrompe
Para cambiar la vida
Para alentar todas las otras formas
Para la fidelidad al relámpago
Para la memoria de los pueblos
Para la salvación del hombre
Para el asombro antiguo
Para un no sé qué
Para descubrir los secretos del mundo
Para llevar el infinito a cuestas
Para salir a la percepción de la mirada
Para alumbrar la maravilla
Para todos y por todos
Para despertar a latigazos el silencio
Para defender el milagro de la vida
Para amar a los otros
Sirve para llevar a Dios a misa. Para que la primavera camine al mercado entre panaderías y palomas. Para que a la mesa lleguen recién casados los sabores del mar y de la tierra. Para que las gaviotas repartan el aroma de la rosa en las arenas. Para salir a todas las calles del mundo a repartir pescado. Para saber por quién la lluvia y los pájaros del mar llorarán mañana. Sirve para esconderle los dados a los dioses. Para que hablen los pueblos por su canto. Para dar con todos los azules de la tierra hacia la luz total de nuestras cosas. Para darle la mano a las manos temblorosas de la lluvia e irse cantando entre la dicha y la dureza, la cólera o ternura. Sirve para saber que no tenemos más remedio que vivir, ni más recuerdo que la vida. Para decidir dónde plantar los árboles, de nuevo. Para dejar escrito en la piedra el sueño del domingo.
Sirve para medir el hambre. Para saber bien en qué lugar hay sangre, dónde queda la razón, dónde la palabra, dónde la injusticia. Sirve para que ni un hombre pase sin que reine y sigan naciendo hasta llenar el mundo, sin que nadie los divida sino el sol o la noche, la lluvia o las espigas. Para que el mundo se pueble de palomas, y el hombre recuerde las sombras que nadó, hasta que quiera saltar al agua para caer al cielo. Sirve para distribuir las flores del mañana e ir galopando en el viento sobre el caballo de la lluvia. Para abrir cajones, llenar platos, destapar versos y botellas, vigilias, madrugadas y retratos, hasta que alguna vez si ya no somos, si ya no vamos ni venimos, estemos juntos, extrañamente confundidos, sirviéndole a la vida. La poesía es siempre un acto de paz. El poeta nace de la paz como el pan nace de la harina. (Poesía, Sociedad Anónima).
Francisco Peralto Vicario




Angel Poli,

los seres de otros siglos,
aquellos que trabaron el peldaño
para nosotros ser presente.
Y evocas que son aire,
palacio, hierba, agua, pan o sinfonçia.
(Qué dolor en badío su memoria,

la exactitud del átomo en que viven
rondando nuestro mundo.)
Me traes el sabor de tantas guerras...;
el fósil de aquel semen
que fue lava de pasión bajo la luna;
el llanto, la congoja, la dicha y el latido
remotamente alados.
Y plasmas lo que existe como un trágico reflejo
de milenios en polvo.
Pero es grato pensar que, inexistentes
-dos amores de entonces-,
en ese beso impropio de otros seres que laten,
aún pueden confluir.
De "El agua del estanque" (2000).
Foto de Anarkimiza
22 marzo 2010
Lupe García Araya, Del libro " Poesía en la distancia "
Federico García Lorca,

Mario Benedetti.

De vivir adrede
Fernando Beltrán

21 marzo 2010
GIRAPOEMA III

GiraPoema 2010
Creadora y coordinadora general: Nat Gaete
Ícono: Agustín Calvo Galán
Y nuestras letras no se dibujan en vano, siembran la tierra del hombre, de su dignidad, de sus luchas. Caen en los surcos de esta amada tierra que convulsionada nos ofrece su lecho para hacernos más humanos, para luchar por esas causas que a cada uno nos conmueve, haciéndonos escribir con norte y guía.
Nos tildarán de locos ilusos mas eso no podrá segar nuestro canto, porque de locos e ilusos creyeron las voces un día cuando un hombre tuvo un sueño allá en el norte de América, cuando otro luchó sin armas en las manos allá en la India, cuando uno de los soñadores aferrado a rejas lidió para derrotar la discrimi-nación odiosa entre pieles blancas y morenas en el África soleada, como también cuando allá desde detrás de los barrotes en la tierra del Quijote, un poeta siguió haciendo poesía y jamás perdió la fe en la justicia.
Mientras podamos alzar nuestra voz con la música de nuestros poemas, seremos esperanza, lucha, belleza y unión.
Adelante poetas, celebremos a la poesía desde la palabra social, seamos la voz y el estandarte de quienes día a día sueñan con un mundo mejor.
Nat Gaete
A la izquierda del cero
Un poeta
un cero a la izquierda
el inútil de sus amigos
fabrica un poema tras otro
construye un castillo de naipes
y se le derrumba
luego otro
y lo mismo
no se habla con otros poetas
temen a la progresión
geométrica
las curvas
Exponenciales
algunos creen
que llegarán
a algo
entre los muertos
seguramente
después de estirarla
una necrológica
como mucho
que diga
un poeta
menos
escribió
no me acuerdo
y que más da
los poetas
a la izquierda del cero
mantisas equivocadas
más que mantisas.
España