Vieja sirena que todo lo sabes, todo lo escuchas y todo lo ves.
Todo cuanto sucede bajo el cielo, en el mar y sobre la arena.
Eres receptáculo que entiende, comprende y calla.
Los secretos agotan tus escamas, se agolpan en tu cola y se ahogan en tu mar.
Vieja sirena, reina de la mar, tú, que todo lo sabes, sabrás que mi amado fue a buscarme a la orilla y me encontró en brazos de otro.
Se volvió loco, desesperado, se fue a la mar, se echó a nadar, nadó hasta el horizonte lejano, allá donde el cielo se funde con el mar, y en él se quedó. Si le ves, que le verás, dile que le amo, que siempre le he amado, que iba buscando risas, que quise probar lo prohibido y perdí la rutina y lo que de verdad valía. Dile que ahora valoro el cada día, aprecio lo cotidiano y le echo en falta cada minuto. Dile que me perdone, que necesito su generosidad.
Ahora que le he perdido he olvidado lo que es amar.
CUANDO DIGO HUMO Se me caen las sílabas de la boca de fuego en-niebladas, y se van borrando en el descenso como nieve derretida en el aire hasta convertirse en agua blanda; en agua nada más y luego en una humedad que se diluye sobre las aceras para después no quedar ni rastro, nada, nada . Se me olvida el resto, sobra la palabra edén, paraíso o maná. Pero falta el aire incorrupto y se hecha de menos la mano sobre la mano, sin mirar el ojo ninguna de las diferencias o colores, sin pensar ni tan siquiera con la fugacidad del relámpago; en las distinciones, honores y demás condecoraciones que la otra mano retuvo, quizás, en el desorden contradictorio del cuerpo. Sólo se espera que todo vuelva a su lugar, a su origen, al vértice triangular donde fueron engendrados los primeros principios. Evolución sí, pero sin los arrebatos necesarios de la rabia, sin la lucha del carácter y la voluntad de poder del genio, sin la pequeña revolución de las horas entregadas al día, nada significará más que erosión y desierto de las ideas, de los sentires: la muerte perra en vida del hombre enfermo. El autómata del sistema, premiado con la reclusión y el desconocimiento de las nuevas vicisitudes del ser y sus investigaciones más perentorias: no tendrá cabida en EL ÚLTIMO REINO. Hablo del sentido de la poesía auténtica, primigenia del hombre, escrita o no, y la acción humanista, compartida, a ese todo que dirige lo mejor de la vida, a eso me refiero
Puso harina, agua, sal, levadura y comenzó a amasar dulcemente, con energía, pero dulcemente. El pensamiento se le iba y venía hacia el lugar exacto en el que la había colocado desde el instante en que se cruzó con ella. Cada día volvía a encontrarla a esas extrañas horas en las que él acudía a su trabajo y ella… Ella quizás regresaba del suyo. Aún no sabía nada de ella, pero sus pasos eran como una danza por las calles vacías, por el suelo mojado de la madrugada. Su sombra siempre parecía azul y al cruzarse hubiera jurado que olía a campo en primavera. Era mujer de redondas caderas y dorados cabellos, era como el trigo dorado, como el harina suave, como la levadura menuda y el agua transparente. Aquella mañana todos los panecillos de la panadería de Damián tuvieron forma de mujer.
Desde la ventana de nuestro blog, queremos compartir con todos nuestros amigos este cuarto libro Sin dejar señales de la colección “Poesía en la distancia “, así iremos abriendo, poco a poco, las páginas del mismo.
• Pedro del Pozo y Toscano • Lupe García Araya •
La hija derrama sus seis años en el salón hace calor y los juegos brotan como agua fresca para los ojos del padre. Semejanza poderosa... la palabra tiempo no importa. Tus manos seguirán siendo pequeñas en las mías. Para así crear el equilibrio tal vez indefinido del ojo que ve y el ojo que ama. A veces la vida se alborota cuando te ve llegar. Sonríes y todo es un mister
MINEROS Y MINERAS. ¿Hijo..., a dónde vas? ¡A la marcha madre...a la marcha, que nos quieren robar la dignidad...! ¡Ponte las botas y coge un chubasquero que te puedes mojar... y dile a tu padre que te espere...que tiene un hijo minero para luchar! Lágrimas detrás del cristal...y se va....y se va...lleno de orgullo y solidaridad. Cuando llegues a la capital..grita...que se sepa quien te ha parido entre negro carbón y un poco de pan. Grítales el hambre y la necesidad; las noches tristes esperando el amanecer y poco más. Grítales el miedo y la esperanza, las sonrisas calladas y el jornal ganado sin pagar. Cuántos silencios en la espera...cuantas paladas a la cocina de rabia para calentar el puchero con la esperanza de que algún día algo cambiará. Y pasan los años y todo sigue igual...el especulador se llena el bolsillo...y el minero cada día pierde más. En la silla y roto, el abuelo calla de tanta vergüenza para el mismo final. Abrazaros a los bosques bellos y ni un solo cielo abierto más. Que en la mina de interior se explota el carbón entre sangre y noches sin estrellas a las que mirar. Sois la raíz de la tierra, sus ojos y sus manos; las mismas que dan luz al obrero y al patrón, al hospital y a la escuela. Os nombro a todos y todas; pura lírica...el episodio histórico de la lucha obrera. Vuestros rostros reposan en la dignidad eterna del carbón, y así será hasta que nuestros puños en alto paren los derrumbes...los derrumbes de los gobiernos vendidos al capital. Vivir..siempre es un tiempo inacabado...aquí os mando ciento veinte pulsaciones por angustia; la misma que tenemos que compartir. Y basta ya...que os quieren robar la dignidad y el pan... Que nadie se quede ausente , hay que guardar libres los pechos para gritar... ¡Se acabó...se acabó... somos la fuerza minera...y de aquí... no nos moverán..!
Con palabras, reconstruyo los puentes rotos, entre la reali-dad y el corazón. Con residuos o fragmentos de mis recuer-dos, armo metáforas y una extensa antología, para acercar-me con claridad a quienes me leen; a esos ilustres desconoci-dos que rescatan añoranzas e imágenes de tiempos pasadas, que muchas veces creemos que fueron mejores. La contem-poraneidad o la modernidad de los textos, se encriptan de-ntro de unidades de tiempo, como pequeñas arcas noeleras. Los poetas nos distanciamos de la realidad, para acercarnos al objetivismo de los sentimientos, experimentando palabras y seleccionando ―novísimas‖ fórmulas. Un poemario siempre será, la antología temporal de unos experimentos estéticos; a veces son la memoria de esos momentos, que pasamos en un rincón del infierno o del cielo. Con la sensibilidad de los gritos del silencio, hemos construido imágenes con ruidos fastidiosos para los sordos, que ignoran los discursos de los desdentados. No creo que el poeta, vomite en vano sobre la arena. Las palabras no son naufragios obsoletos, ni los poe-marios un basural de recuerdos, cuando la experiencia resca-ta de la espuma el sabor que nos ancla, a una vanguardia revolucionaria; a unos versos concretos y esclarecedores, que nos permiten evadirnos hacia un postmodernismo, hacia el paraíso real de los sueños, hacia la primavera de las ilusiones. Sobre el lodazal despiadado se pudren los murtos, como los pulmones que los fumadores amarran con alam-bres, para aferrarse con las uñas a la vida. Nadie se entierra vivo por un amor muerto, ni vale la pena llorar como marico-nes, por un apego calcinado en un absurdo despeñadero. Nunca regresará verde el tiempo que se fue ni la belleza con aroma a azahar, después de partir de un verano ardiente, hacia un invierno donde la mortandad, tiene alas como la guerra mercuriana. Tengo confianza, en la victoria gloriosa de la mujer; en la victoria de sus cantos azules y del rojo derramado por palabras con corazón, sobre páginas blancas. La belleza de sus metáforas, son como el aceite de oliva, para la sangre en ayunas; el res-plandor de sus vocablos bailarines, vuelan entre la realidad y la fantas-ía, como el arco iris que nos enlaza con el mundo de Nudelot, de las hadas y de los gnomos. El vino aguerrido de las metáforas, borra toda la basura evadida, a la labor social de las escobas. La armonía gloriosa de las vidas, a veces aúlla feroz como revólveres hambreados; Hay des-tinos que a veces olvidan para siempre, algunos nombres turbios, para aliviar el pecho de la burguesita, que vivía pendiente de la cartera y de los besos eléctricos, que la hacían bramar y no eran los míos. Recojo el temblor vencido, de las luchas contra el mar. Mi corazón sangra, como un pulmón con una herida de bayoneta. Los desengaños nos devoran, como las pérfidas derrotas. Desnudo como mis versos, callo las pala-bras valerosas que escribí con fuego, para poder enterrar en el mar, a la aurora que se apagó; como el fogonazo homicida que redujo al co-razón, a un montón de escombros. Héctor ―El Perro Vagabundo‖ Cediel Colombia
Nos volvimos a besar, y la caricia destapó, libre de amarres, los demonios de la pasión. Un rito peligroso, sin igual. Todo se volvió nada, feliz vacío, en esa danza, limpia, vertiginosa
de los cuerpos, pendientes de la sombra.
Los ruidos, fecundaron otros ruidos en ese torbellino, límpido, de caricias donde la piel, perfecta, se hizo agua y las manos ciegos transeúntes
El Valituskuoro es una expresión finlandesa que significa Coro de Quejas, y es una idea de dos artistas de Finlandia. Este Coro de Quejas empezó en mayo del 2005. No era necesario saber cantar, era una invitación a quejarse sobre cualquier cosa de la vida cotidiana. Y es así como nacieron los quejicas en varias ciudades del mundo. Como podrán ver en los videos, no se trata de cantar con rabia. son quejas armoniosas que nos hacen sonreir … Algunas “quejas” que tuve la oportunidad de escuchar:Que nos miraron mal, que NO nos miraron, que cuchicheaban hablando mal de nosotros, que no nos dijeron nada, que por qué se come arroz y no pan como todo el mundo, que NO sonrieron, que sonrieron, que saludaron, que NO saludaron, que no puedo encontrar trabajo, que me dieron trabajo pero solo quiero trabajar unas horas … pero nadie se puso a pensar que los mismos quejicas hacían lo mismo
El Canto Coral de Quejas de la Ciudad de Sevilla será el primero en cantarse en lengua castellana. La participación es libre y voluntaria, cualquiera que lo desee puede formar parte del coro. La única condición es la conformidad con la grabación en video de las Performances que realice el Coro y su difusión a través de Internet (blogs, youtube, facebook, etc…). La primera reunión, en la que vamos a montar el coro y comunicar a los participantes el calendario de ensayos, será el sábado, 18 de septiembre a las 11 de la mañana en el Centro Cívico Tejar del Mellizo, en los Remedios (Parque de los Príncipes), en ella: -Presentaremos la música y la letra (y la adaptaremos con las sugerencias de los asistentes)-Constitución del coro-Planteamiento del calendario de ensayos La Primera Performance del Coro de Quejas de Sevilla tendrá lugar el domingo día 17 de octubre de 2010 a las 13:00h, en la Carpa del Festival de Perfopoesía de Sevilla, en el acto de clausura, precediendo al Pregón Final. En las semanas siguientes el Coro realizará otras Performances con fecha y escenarios por determinar. Para contactar o bien:Coro de Quejas de Sevilla:corodequejasdesevilla@gmail.com o bien:Carmen Herrera:carmenherreracastro@gmail.com En FACEBOOK: Coro-de-Quejas-de-Sevilla Comisión organizadora: Carmen HerreraIsabel SánchezFátima HerreroJosé Márquez (Compositor/director)
En la isla a veces habitada de lo que somos, hay noches, mañanas y madrugadas en que no necesitamos morir.
En ese momento sabemos todo lo que fue y será.
El mundo se nos aparece explicado definitivamente y entra en nosotros una gran serenidad, y se dicen las palabras que la significan.
Levantamos un puñado de tierra y la apretamos en las manos. Con dulzura.
Allí está toda la verdad soportable: el contorno, la voluntad y los límites.
Podemos en ese momento decir que somos libres, con la paz y con la sonrisa de quien se reconoce y viajó alrededor del mundo infatigable, porque mordió el alma hasta sus huesos.
Liberemos sin apuro la tierra donde ocurren milagros como el agua, la piedra y la raíz.
Ayer anunció la imagen del Meteosat que habría lluvias pesadas de enfermos de ánimo y enfadados con la vida de las que es recomendable guarecerse. Conviene no olvidarse la sonrisa de emergencia una canción silvada y un chubasquero cubriente para resbalar quejas, gruñidos, resoplidos, malas hondas de las víctimas de injusticia universal.
Antonio Rodríguez (Torreón, México, 1977). Dramaturgo, poeta, fotógrafo, trovador. Es autor de los discos Rolas, De vuelta a la madera y De acordes y caracoles. Actualmente cursa la maestría en Estudios Latinoamericanos en la UNAM y coordina el Taller de Lírica en la Escuela de Música del Rock a la Palabra. En 2007, obtuvo el Premio Nacional de Literatura INBA con la obra de teatro El vuelo de Cliserio.
CARMEN BELTRÁN (LOGROÑO, 1981) Es licenciada en Humanidades y miembro de la Asociación Cultural Planeta Clandestino, así como de su rama editorial, Ediciones del 4 de Agosto. Ha participado, entre otros, en diversos recitales organizados por el Aula Literaria de Logroño, el Ateneo Riojano, Ediciones del 4 de Agosto, la Asociación de Vanguardias Arnedanas Aborigen y la Universidad de La Rioja. En el 2005 participó en la Universidad de Covilha (Portugal) en las III Jornadas de Literatura y Cultura no Espaço Ibérico y en la XVIII Edición de la Semana Negra de Gijón. En el 2006 participó en EDITA (Punta Umbría, Huelva) con una videoconferencia, en los VIII Encuentros Voces del Extremo, organizados por la Fundación Juan Ramón Jiménez en Moguer y en las Veladas Literarias de la UIMP en Santander. Ha colaborado en revistas literarias como Portales, Fábula y Bart y ha publicado el libro de poesía Prohibido jugar (CELYA, Salamanca, 2005), así como poemas y relatos en diversos libros recopilatorios. Ha coordinado el libro La otra voz. Poesía femenina en La Rioja (Ediciones del 4 de Agosto, 2005) y su obra poética ha sido recogida en la antología La verdadera historia de los hombres (Eclipsados, Zaragoza, 2005). En la actualidad es la coordinadora del Aula Literaria de Logroño y de la revista literaria Portales.
De las raíces más profundas de Chile brotó el hermoso Pablo una noche de tormenta con la palabra precisa en su corazón celeste dispersando hospitales azúles por el planeta.
Se instaló en la más alta cumbre del universo haciendo invitaciones siderales domando al soberbio verbo catellano como si fuera una bella y chúcara yegua blanca.
Pablo de los destierros infinitos rondando por los secretos cordilleranos desmebrando cebollas de cristal bebiendo el vino obscuro de la persecución.
Pablo capitán de amores secretos dejando sus huellas transparentes en la nieve soñando sueños de barcas y caracolas en sus solitarias noches consulares.
Se lo llevó el sangriento cismo dictarorial un silencioso día de septiembre dejándonos huérfanos y descubiertos con una amarga ausencia en nuestro pan.
Su canto grandioso de charangos tricolores se escucha poderoso y multilingüe en las diáfanas latitudes de la vía láctea vestido de una gloriosa manta de arriero.
El proximo viernes dia 24 a las 20 h. en la casa museo, presentan un libro sobre
Juan Ramon con fotos de ROWALLS.
El Ateneo de Sevilla ha coeditado con la Fundación Cajasol, el libro Escalas del regreso, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, 1958, de los autores Ángel M. Aguirre, Rocío Fernández Berrocal, Rogelio Reyes Cano y Rosario F. Cartes.
El libro recoge las escalas que, tras la muerte del poeta en 1958, hicieron los féretros de Juan Ramón y Zenobia por diversos lugares hasta su vuelta a Moguer, localidad natal del escritor. El libro, con prólogo del Presidente del Ateneo, Enrique Barrero González, y que ha contado con la activa participación de la Secretaria General del Ateneo, Matilde Donaire Pozo, que incorpora al volumen una amplia introducción publica además una amplia muestra fotografías de las diversas escalas de este retorno a la tierra natal.
Desde la ventana de nuestro blog, queremos compartir con todos nuestros amigos este cuarto libro Sin dejar señales de la colección “Poesía en la distancia “, así iremos abriendo, poco a poco, las páginas del mismo.
• Elia Fernández Herencia • Silvia María Álvarez Merino •
Y te has caído desde dentro hacia fuera sin golpe seco, sin quebranto; viejas se fugan las palabras, y los pasos. Pero nuestra amistad está aunque ya no se vea, en la manera en que aplaudimos y negamos. Y arrastramos voces simultáneas calando, fuera, soledades por matar. Tú, hoy, brecha abierta de mis días, yo, en inmaculada rutina, sin despedida, en el eco inmundo que maquillar.
Esperé mucho tiempo para tocarte como una guitarra y compartir los acordes de los secretos que guardas de tu vida al son de las melodías más hermosas de las ansias anhelantes del amor
El escenario está libre he descorrido las partituras de tus placeres hoy suenan los cánticos de tu cuerpo en el mío que transforman el mundo del misterio del amor en sinfonías de profunda belleza donde las claves de la música se componen de noche para ser entonadas de día
Crecientemente, la población latinoamericana se desplaza en patines de dos ruedas. Y los que miran, aparte de mirar, quieren intentar. Visto desde abajo, los patinadores acometen un símbolo. Todo es forma. Es así que los que miran, se empeñan por entender, pero no entienden. Entonces los patinadores siguen patinando, hacen piruetas. Se ríen a carcajadas. Por aquí, por allá, unos vientos los vienen, otros los van. Los que no patinan quieren establecer una norma. Los unos acometen, los otros completen. Los patines carecen de luces de giro, entonces esto aflora preocupación. Aflora. Lo otro desaflora. Esa pequeñísima gente, antes de comprar un chile o un celular, prefiere ahorrar y apropiarse de patines. Qué raro que le suena a algunos. Y resuena: “No tiene ninguna utilidad”. Solo permite desplazarse alrededor de las verdulerías y de los gerundios con cierta vivacidad. El pasavolante dice: “Yo estoy por el cambio”. Y produce vaivenes con su figura. Se inclina hacia un lado… luego hacia el otro, como un vals. Yendo. Y el grandísimo que mira no se pronuncia, dice hablar por las narices. Viniendo. Y quiere aprender a empujar el pie derecho contra el piso. Pero le preocupa el choque. “Las colisiones son fatales”. De alguna manera, los patinadores desandan veredas y quieren ocupar las anchuras. Y es sabido que con poco esfuerzo, hacen un mundo. Conforme al uso, se comprometen con lo incierto, las traducciones y el compromiso. "Se ci guardiamo, ci vediamo" (Si nos miramos, nos vemos). La velocidad enloquece. Por ello el patinador circula cadencioso, desempedrando las calles. A mediana prisa. Y los automovilistas que pasan como una bala en dirección a sus oficinas, frenan de golpe, estiran su cuello y observan al patinador que no utiliza ninguna nafta especial, ni tiene frenos. Fundadores al paso, sólo desenfrenos. Y ven con preocupación que cada día son más. Los que patinan son amantes de los errores, de los ceros y de algo opíparo. Los que miran se hacen cruces. Mientras, un matrimonio con sus dos hijos, compran pochoclo y entran todos a un cine en patines de dos ruedas.
Vida Hijo de Miguel Labordeta y Sara Subías, era hermano del poeta Miguel Labordeta. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Alemán de Zaragoza y en la escuela familiar, donde concluyó el Bachillerato; se matriculó en Derecho y, finalmente, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, que le ha nombrado Doctor Honoris Causa. En 1964 aprobó las oposiciones de Enseñanzas Medias, como profesor de Geografía, Historia y Arte y fue destinado al Instituto Nacional de Bachillerato "Ibáñez Martín" de Teruel. Tanto en éste como en el Colegio Menor "San Pablo" impartió clase a Joaquín Carbonell y a Federico Jiménez Losantos. Estaba casado con Juana de Grandes (sobrina del general Muñoz Grandes) y tenía tres hijas (Ana, Ángela y Paula) y dos nietas. Falleció en la madrugada del 19 de septiembre de 2010, en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza a la edad de 75 años, a causa de un cáncer de próstata que le fue diagnosticado en el año 2006, y que le obligó a permanecer postrado en casa los últimos meses de su vida.[1][2] [editar] Cantautor Fue considerado uno de los principales exponentes de la canción de autor española. Inició su carrera musical en (1963) con el álbum Cantar y callar (1974). Otros destacados son: Tiempo de espera (1975), Las cuatro estaciones (1981), y 30 canciones en la mochila. En sus canciones habla de su tierra, siempre con un tono de melancolía que, como él reconoce, le caracteriza. Sus canciones más famosas son Canto A La Libertad, considerado extraoficialmente como el verdadero Himno de Aragón, si bien el gobierno autonómico se niega en aceptarlo como tal; Aragón y Banderas Rotas. [editar] Escritor Su faceta como escritor siempre se vio en un segundo plano debido a que era más conocido como cantautor y diputado. Publicó un total de 24 libros. Fue autor de varios libros de poemas, como Sucede el pensamiento (1959), Diario de náufrago o la Antología Dulce sabor de días agrestes (2004); de novelas, como Cada cual que aprenda su juego (1974) o Mitologías de mamá; de libros de memorias, como Con la voz a cuestas (1982), Banderas Rotas (2001) o el recién publicado Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados (2009) en el que cuenta sus vivencias como diputado en Madrid. Además, entre sus últimos títulos cabe citar Aragón en la mochila (1983), Los amigos contados (1994), Un país en la mochila (1995) o Tierra sin mar (1995). Participó en la fundación y el desarrollo del semanario Andalán, periódico ya mítico que se opuso al antiguo régimen en los últimos años de la dictadura y marcó la transición en Aragón. Tenía su propio blog donde colgaba los últimos poemas que escribió y, hasta hace poco, colaboraba como columnista en el periódico Público.
José Antonio Labordeta muere en Zaragoza tras una larga enfermedad
El político y escritor fallece a los 75 años en un hospital de la capital aragonesa, al que fue trasladado esta semana al empeorar su estado de salud
El cantautor, político y escritor José Antonio Labordeta ha muerto este domingo en Zaragoza a la edad de 75 años tras una larga enfermedad, según informaron fuentes de la Chunta Aragonesista (CHA), con el que el también llamado "El Abuelo" fue diputado en el Congreso durante dos legislaturas (de 2002 a 2008). Labordeta falleció en torno a la una de esta madrugada en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa al que fue trasladado esta misma semana al agravarse su estado de salud, que lo tenía postrado en su casa desde hace varios meses.
"Con profunda tristeza comunico que José Antonio Labordeta ha fallecido hace unos minutos", ha informado CHA de la muerte de Labordeta, al que se le diagnosticó en 2006 un cáncer de próstata mientras ocupaba su escaño en el Congreso de los Diputados. "Los hombres y mujeres de Chunta Aragonesista (CHA) expresamos nuestra más profunda tristeza ante la muerte de nuestro compañero José Antonio Labordeta y transmitimos nuestro apoyo y cariño a su familia en estos momentos tan difíciles", informó CHA mediante un comunicado.
Socarrón y descreído, tuvo un hueco destacado en los informativos de todo el país en marzo de 2003 cuando, en un debate con el entonces ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, mandó literalmente "a la mierda" a la bancada popular , que le impedía hablar y se burlaba de él, con referencias despectivas a su participación en el programa de TVE Un país en la mochila, una serie de reportajes en los que Labordeta mostró aspectos íntimos y poco conocidos de diferentes pueblos de España.
Labordeta presentó en mayo pasado el último libro que escribió, Regular, gracias a Dios, una obra marcada por el cáncer de próstata que le detectaron, en el que expresa su gratitud a su familia, a los amigos y los sanitarios que le atendieron en esta etapa. Se trata de un texto escrito "a tajos", y el título lo extrajo de una frase acuñada por un compañero marroquí del hospital. "Es la explicación menos dolorosa y más ajustada que he encontrado para responder a todos los que se interesan por mi mermada salud", decía Labordeta. Siempre rodeado de buenos amigos y por su familia, desde octubre del año pasado su salud había empeorado y había tenido que ser hospitalizado en alguna ocasión, momentos en los que estuvo arropado por su esposa Juana de Grandes, sobrina del general Muñoz Grandes, y sus tres hijas Ana, Ángela y Paula.
El último acto público que protagonizó se produjo fue el pasado día 6 de septiembre, cuando los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Educación, Angel Gabilondo, le entregaron en su casa la Gran Cruz de la Orden Civil Alfonso X El Sabio . Un reconocimiento que el Gobierno le concedió por su sabiduría, su pasión, sus convicciones y su defensa de la libertad y el pueblo -motivos por los que también le otorgó la medalla al Trabajo-.
Nacido en Zaragoza el 10 de marzo de 1935, Labordeta se dedicó inicialmente a la docencia en la Enseñanza Media y, a lo largo de varias décadas, también a la música, la política y la televisión. Su carrera musical comenzó en 1974 con el álbum Cantar y callar y pronto fue reconocido como una de las voces comprometidas con la democracia al final de la dictadura franquista. Llegó a la canción por poeta, por deseo de dar mayor audiencia a sus versos, consiguió que algunas de sus canciones, como El canto a la libertad, Banderas rotas o La albada, se convirtieran en himnos de una tierra, Aragón, a la que cantó con melancolía.
Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvasy pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigar atodo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.
MEMORIA (Finalista del premio de Poesía Digital 2009)
A los 70 años de la muerte de Antonio Machado
A veces hay que huir de lo que más se quiere. Saltar la tapia de la muerte. Ver una tierra sin odio donde vaya la vida cosida a la carne, y de ese modo evitar que un hombre se muera en cualquier parte, o acaso en sitios ignorados en que se hablen lenguas diferentes. Atrás quedan los patios sevillanos, con olor a albahaca y limonero. La fría Soria, cárdena Baeza. ¡Su Leonor, ardida en la memoria! Atrás quedan las huellas de los años. El tiempo de los versos, del amor, de otras cosas. Como un rey destronado, iba ungido con el agua bendita del desprecio. Atrás se quedan ya las dos España.
Las mismas que aún perduran. Y él lo sabe, porque aún continúa con nosotros. (¡Maldito sea el viento que asesina! Y la mano malvada que empuja el huracán ciego. Pues no está la muerte en la espada, sino en la mano del hombre). Iba deshilvanando pensamientos, con la maleta de cartón repleta de corazones vivos. Un poema arrugado en bolsillo... Y hacía, andando, el camino de ida, pero ya no el de vuelta. Aunque parezca ayer, a mí me alumbra hoy un sol más justo... Así que amen, señor don Antonio Machado. Y gracias por las plantas que dejaste creciendo en cada uno de nosotros. Que Collioure respete su memoria. Mientras que en la andaluza tierra de los cantes seguiremos bebiendo de sus versos.